Sostenibilidad: el reto de 2023 en el sector de los eventos

Es innegable que, en los últimos años, la sociedad ha transformado a pasos agigantados, desde adaptarnos al constante cambio, superar desafíos inesperados como los fenómenos ambientales extremos, hasta experimentar las consecuencias del acelerado cambio climático. En especial, el pasado año ha sido crucial para concienciar sobre la realidad que llevamos escuchando mucho tiempo atrás, dando lugar a una nueva sociedad, cada día más concienciada en la contribución a crear un mundo mejor. 

Prueba de ello es que el 82% de los consumidores están sensibilizados con la sostenibilidad y la reducción del impacto ambiental, ya que, según el estudio de IBM, prefieren comprar productos o trabajar en compañías con líneas de acción respecto al medioambiente.

En este sentido, cada vez son más las empresas que incluyen las políticas medioambientales como pilares dentro de su estrategia, ya que esto repercute en su relación con los consumidores, ya que un 79% de consumidores confirman que han reducido su consumo de una marca tras descubrir que actuaban de manera no sostenible, según El Índice de Percepción de la Sostenibilidad de Brand Finance.

En lo que refiere a nuestra industria, el evento se ha convertido en una de las herramientas más potentes para la comunicación de las marcas, gracias al gran impacto que suponen estas experiencias para las personas. Por lo tanto, si la sostenibilidad se ha convertido en un aspecto crucial para las marcas y los consumidores, ¿por qué no llevar a cabo eventos sostenibles?

Siguiendo esta misma línea evolutiva, el sector de los eventos no se ha quedado atrás. Aunque el año pasado ya empezaba a despuntar este concepto entre las peticiones, todo apunta a que 2023 es el año en el que la sostenibilidad de afianzará como un factor más a tener en cuenta a la hora de llevar a cabo su producción. 

“Ya hace años que manoseamos este concepto. Hoy ya es imperativo porque el consumidor, el cliente y el empleado del 2023 se han posicionado en el centro de nuestra estrategia, y no están dispuestos a tolerar una actividad no sostenible. Y el evento corporativo no es ajeno a esta exigencia”, explica Mar García, Managing Director de SOMOS Experiences en Madrid.

Pero, ¿cómo hacemos que un evento sea sostenible?

El impacto generado por la producción de eventos puede llegar a ser sorprendente si se analiza al detalle. Múltiples traslados de personas y materiales durante las etapas previas y posteriores al montaje y desmontaje, así como durante la celebración del evento, gran volumen de deshechos generados, producción de materiales de manera exclusiva para una sola ocasión, son algunos ejemplos de prácticas que aumentan el impacto en el medioambiente. 

Siendo conscientes de ello, desde SOMOS Experiences estamos trabajando en reducir nuestra huella de carbono a través de la formación y concienciación de los equipos. Y para poder ponerlo en marcha de manera tangible, hemos implementado una Política de Sostenibilidad, alineada con los Objetivos de Desarrollo Sostenibles, que nos ayude a lograr nuestra meta de reducir nuestro impacto. ¿Cómo lo llevamos a cabo?

Podemos empezar por economizar recursos energéticos, es decir, reducir al máximo los desplazamientos en vehículos de manera individual, teniendo en deferencia el uso transporte público o elegir un venue más accesible, tanto para los asistentes, como para los equipos de la organización y proveedores. 

Siguiendo con los recursos más próximos, también es beneficioso aplicar una política de KM 0, en la que trabajar con productores locales, alineados con estos valores. Esto no solo ayudará a reducir costes, sino también el impacto que generamos.
En el diseño de eventos es muy habitual la producción de determinados materiales de manera personalizada, como cartelería, lonas, etc. La mayoría de estos materiales se producen para usarse una única vez. Por lo tanto, en estos casos debemos utilizar materiales de fácil reciclado, como el papal de abeja para la producción de traseras.

Y para evitar los materiales de un solo uso, debemos evitar la impresión de materiales, en beneficio del uso de pantallas. También podemos dar una segunda vida, haciendo uso de la economía circular, con la reutilización de mobiliario, por ejemplo.

La compensación de la huella de carbono

Si bien todas estas medidas nos ayudan a reducir los residuos que generamos, producir un evento que no genere ningún tipo de impacto es prácticamente imposible. Sin embargo, sí es posible reducir ese impacto a través de la medición y compensación de la huella de carbono. 

Esta medida fue ya implantada en SOMOS el pasado año de la mano de nuestro partner eventsosts, siendo de gran acogida por algunos de nuestros clientes. Pero, además, nos ha ayudado a concienciar a los equipos, clientes y todo tipo de personas involucradas sobre la huella que conlleva nuestra actividad diaria.

Por último, para poder hacer del 2023 el año en el que se conciencie realmente sobre esta tendencia, es importante implicar a los asistentes en la sostenibilidad. Es decir, hacer que la sostenibilidad sea real y visible durante el evento, comunicando los aspectos llevados a cabo.

Estas son algunas de las medidas que ya hemos implementado en nuestros equipos y que ponemos a disposición de nuestros clientes, quienes ya empiezan a demandar este requerimiento. 

No cabe duda de que la sostenibilidad se está convirtiendo en una de las mayores ventajas competitivas para las empresas que lo apliquen. “Con una sociedad cada vez más concienciada con la economía circular y el cuidado del medio ambiente, la medición de la huella de carbono será uno de los adjetivos fundamentales de los eventos presenciales para la diferenciación de las marcas hacia las personas. Conocer el propósito de nuestros clientes nos ayudará a utilizar recursos más respetuosos con el medio ambiente, creando así eventos más sostenibles”, destaca Estrella Díaz, Managing Director de SOMOS Experiences Bilbao.

En definitiva, la sostenibilidad es un factor clave para generar conexión y fidelización de marca, bien se con los clientes de nuestros clientes o con nuestros propios empleados, haciéndoles sentir parte de la transformación social.